Hemos disfrutado muchísimo de nuestra visita el museo Evaristo Valle. Además de aprender sobre su vida y sus cuadros, hemos visto que extisten colores fríos y cálidos y que los colores también nos transmiten sentimientos; después salimos a los jardínes del museo que son preciosos y allí vimos árboles de más de 150 años, aprendimos a caminar sigilosamente como los zorros, medimos el grosor de los árboles utilizando nuestros brazos y nos convertimos en exploradores, analizando el suelo con unas lupas.
En definitiva, hemos pasado un día ... INCREÍBLE.
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